diff --git a/content/blog/impulso.md b/content/blog/impulso.md new file mode 100644 index 0000000..0456fd2 --- /dev/null +++ b/content/blog/impulso.md @@ -0,0 +1,283 @@ ++++ +date = '2025-04-01T20:48:29-04:00' +draft = false +title = 'Impulso' +description = 'Segundo relato perteneciente al ciclo Cibercemí por el autor Peter Domínguez.' +categories = ['Literatura'] +tags = ['Literatura', 'Ciencia ficción', 'Cyberpunk', 'Cuento Corto', 'Cibercemí'] ++++ + +Atabex es una ciudad maldita. Desde que tienes edad para caminar, lo +primero que debes hacer como tecnotaíno y miembro de uno de los cuatro +cacicazgos es recibir tu primer implante; quien no esté modificado, es +un hereje que no tiene forma de conectarse con las divinidades que +habitan en el espacio cibernético. Los cibercemíes son programas de +origen divino, desarrollados por los dioses para comunicarse +directamente con el Behique de cada cacicazgo. Los menos privilegiados +podemos descargar a nuestra red neuronal tanto de su mensaje como el +ancho de banda lo permita, y de acuerdo a las especificaciones de +nuestros implantes. + +No estar mutilado por la tecnología en esta ciudad es un símbolo de +traición hacia las tradición; un rechazo de tus raíces indígenas; más +que nada, eres visto como un desamparado: alguien carente de guía +espiritual y sin manera de conectarse al gran espacio sagrado donde +habitan los dioses. Yo, al igual que todos, estoy modificado en cada +centímetro de mi cuerpo. Aún si no creyera en las leyendas, lo +necesitaría. Mi trabajo es uno de los más ocupados de mi cacicazgo: soy +un para-médico que trabaja para Atamed, un conglomerado de industrias +farmacológicas y otros servicios de salud desde el sector privado. +Detesto mi trabajo. No sólo me convierte en un espectro nocturno que +recolecta las almas de los exánimes, sino que también me obliga a dar +prioridad a los ricos y poderosos en cualquier situación de emergencia. +Me da asco cuando debo ignorar la alerta de alguien porque un ejecutivo +está sufriendo un infarto luego de atragantarse comida chatarra por +décadas a cuesta de dinero del cartel o de los impuestos de las tribus +que administra. + +Cuando recibí la notificación a la terminal de mi ambulancia que debía +ir a rescatar a otro político corrupto, quise mandarlo al carajo e ir a +donde la mujer que pedía socorro desde hace dos horas por haber recibido +puñaladas de su ex-marido. Pero sabía que si ignoraba las órdenes de +Atamed, sería castigado por mis superiores. Además, la mujer +desaparecería; luego me pondrían a trabajar los peores turnos con paga +reducida hasta que recordara quién es que realmente paga mi sueldo y +provee el financiamiento de toda esta operación.\ +\ +La casa del político era una pequeña mansión, con un corto pero elegante +jardín. Nadie contestó al tocar la puerta, así que le pedí por radio a +los ingenieros de la ciudad que desconectaran los seguros electrónicos +de la residencia. Una vez que verificaron mi código de emergencia, la +puerta principal se abrió. Un pozo sangre cubría gran parte del suelo. +El cuerpo yacía de lado al fluido y parecía expandirlo con rapidez. No +tuve que desempacar mi equipo para concluir que había fallecido hacía +unos minutos: tal vez siete o ocho disparos. Uno le perforó el cráneo y +otros probablemente alguno de sus órganos vitales. Por protocolo le tomé +el pulso y acomodé su cadáver para examinar de cerca las heridas. A este +punto debía declararlo y avisar a las fuerzas armadas del Behique. Pero +algo me detuvo. Un impulso. Sin darme cuenta ya tenía la mano en su +bolsillo trasero. Extraje una billetera electrónica y revisé el balance. +Mis ojos se ancharon ante el total que tenía guardado en su cuenta. Se +trataba de una billetera local, sin conexión alguna a la uninet. Un hijo +de puta como él no merece ni un sólo crédito de esos. Por eso me +transferí una parte insignificante de su fortuna a mi propia billetera. +La única seguridad que tenía era su biometría, así que usé la retina que +le quedaba al igual que su huella digital para llevar a cabo la +transacción. Sentí que estaba retomando algo que me habían quitando. Tal +vez no a mí en específico, pero a muchos otros como yo. Que se joda. Ya +no lo necesita. + +Una lluvia violenta azotaba la ciudad. Mi ambulancia sobrevolaba los +edificios con su sirena al máximo. Las luces del vehículo relampagueaban +girando en círculo, iluminando el espacio aéreo entre los rascacielos. +Me dirigía de camino a la central, cuando recibí una llamada a mi +holófono que registraba un número desconocido. Contesté luego de +ignorarla las primeras veces. + +---Tienes algo que no te pertenece ---exclamó una voz con más +incomodidad que ira.\ +---Podría decir lo mismo de su antiguo dueño ---respondí con calma.\ +---Te estoy enviando una dirección electrónica para depositar un pago. +Si haces la transferencia en... digamos no más de una hora, lo haré +rápido y sin dolor. No me verás el rostro.\ +---¿Ni siquiera una promesa de perdonarme la vida? ---dije casi con +indignación.\ +---Jamás insultaría tu inteligencia con una propuesta tan absurda. Tú y +yo sabemos que no puedo dejarte con vida. No después de que viste el +cadáver y robaste los créditos. Lo único que puedo ofrecerte es una +muerte más pacífica si colaboras conmigo.\ +---Digamos que te envío la mitad de los créditos. ¿Te quitaría el deseo +de asesinarme?\ +---He estado en este negocio por más de una década. Nada podría +despojarme de ese deseo. Soy muy meticuloso, y creo que has visto lo +eficaz de mi trabajo.\ +---Cada disparo fue colocado en un lugar vital. ¿A eso te refieres?\ +---Por supuesto. Nunca fallo con un rifle a distancia. Te estuve +apuntando con él desde que llegaste a la residencia de mi objetivo. Soy +excelente realizando disparos a blancos en movimiento.\ +---Pero ahora estoy fuera de tu alcance.\ +---Por el momento.\ +---¿Vale la pena matar a un para-médico por un fragmento del balance en +aquella billetera? En la calle dicen que es de mala suerte matar a un +socorrista. Supersticiones aparte, somos una red cercana de asociados. +Si se sabe que le hiciste daño a uno de nosotros...\ +---¿Una amenaza? ¿A un sicario? Pensaba que me extenderías la misma +cortesía de no ser insultante con las propuestas presentadas.\ +---Sólo digo que en algún momento podrías verte en necesidad de nuestros +servicios dada la profesión que ejerces; estarías digamos... +desangrándote en el pavimento, sin recibir respuesta de mis colegas como +represalia.\ +---¿Acaso crees que sigues siendo un civil? Dejaste de ser para-médico +cuando tomaste el dinero. Ahora eres un criminal como yo y no puedes +escudarte detrás de tu profesión. Nadie defenderá el honor de un +atracador que fue lo suficientemente estúpido para robarle a un sicario. +En su billetera estaba el pago de mi contrato. Sigo una serie de reglas. +Aunque hayas tomado únicamente un crédito, en base a mis principios es +necesario encargarme de ti. + +Me mantuve en silencio por un rato; pensé que estaría atemorizado +hablando con este ángel de la muerte, pero no fue así; me sentí calmado +y en completa paz mental. Luego de un profundo respiro, estaba listo +para enfrentarlo de nuevo. + +---Dejé de ser para-médico hace tres años ---confesé con melancolía---. +Cuando empecé a trabajar para Atamed.\ +---¿Moralizando? ¿Antes de morir? Algo trillado, si deseas mi opinión +---dijo en un tono burlón.\ +---No, para nada; estoy reflexionando. Al principio, ignoré algunas +órdenes de la central. Le di prioridad a los menos afortunados y no me +importaba ser sancionado. Después de algunos meses entendí que nadaba +contra la corriente. Dices que al tomar esos créditos renuncié a mi +posición; sin embargo, siento que lo hice en el momento en que ignoré el +llamado de una familia para atender a un cliente prioritario. Como +resultado, el único hijo que tenían falleció al desangrarse. Llegué +cincuenta minutos tarde. Tal vez más.\ +---¿Y esperas que me conmueva? ¿Que llore con tu historia trágica y +cambie de parecer? Perdí la cuenta de mis muertos cuando llegué a las +tres cifras. Todos te cuentan una tragedia antes de que aprietes el +gatillo, como si valiera de algo. Suplicas, llantos, e historias +sentimentalmente manipuladoras; es rutina para mí.\ +---¡Eres un verdadero estúpido! ---reí a carcajadas al verlo intentar +condescender con una payasada como esa---. ¡Te estoy diciendo que no +puedes matarme!\ +---Una bala calibre 7.67 en un rifle es más que suficiente ---replicó +molesto.\ +---No he sido sincero contigo. No del todo; por eso piensas erróneamente +que puedes matarme. ¿Me creerías si te digo que cinco minutos es más que +suficiente en esta ciudad para matarte? ¿Incluso si continúas +respirando?\ +---Déjame adivinar: me contarás otra tragedia. Deberías ser griego.\ +---Un año y medio de casado. Me pide que le compre algo en el colmado de +la esquina. Cinco minutos; no más de ahí. Cuando regresé, la habían +apuñalado más de cincuenta veces. La mancha de sangre en la cama aún me +invade en algunas pesadillas. Ese fue el día en que morí. He estado en +piloto automático desde entonces. Si me disparas, moriré con una sonrisa +en el rostro. Haber tomado ese dinero me despertó de mi letargo. Y si me +llevas al otro mundo, me estarás liberando de este asqueroso mal vivir. +Los dioses me esperan en el ciberespacio. ¡Yucáhuguama Bagua Maórocoti! +¡La conexión espiritual está completa! Si vas a matarme... bienvenido +sea. ¡Libérame de esta podredumbre con tu violencia redentora! + +Sentí su ira cuando colgó la llamada de repente. Me reí como un +maniático hasta llegar a mi apartamento. Dentro, en la gaveta de una +mesita de noche tenía escondida un arma y municiones. Me puse un traje +de kevlar debajo de la ropa. Era rutina recibir chalecos antibalas como +para-médico para aquellos rescates en barrios pandilleros. En el armario +tenía una escopeta y varios cartuchos. La guardé en una corra con funda +que llevaba en la espalda. Del baño saqué varios estimulantes y otros +suministros médicos. Pensé que tendría tiempo para darme a la fuga, pero +antes de salir del apartamento, el primero disparo atravesó una de las +ventanas. Me tiré al suelo en lo que continuaba el asedio. Arrastrándome +entre escombros y pedazos de vidrio, pude llegar a la puerta de entrada +y salir por el pasillo del edificio. Una señora que salió a husmear +recibió un disparo en la sien antes de que pudiera preguntarme qué +estaba pasando. Seguí arrastrándome por el suelo hasta acercarme a su +cadáver sin vida. Me detuve por unos segundos a observar la expresión de +sorpresa y horror que se había plasmado en su rostro antes de fallecer. +Lo único que me liberó del trance fue un disparo que derribó una pequeña +parte del techo cerca de mi posición. Retorné fuego desde una de las +ventanas cuando me percaté de que había dejado de disparar. El asedio +continuó con más violencia luego de haberlo provocado. + +Utilicé una de las escaleras de emergencia que daban al callejón trasero +para escapar. Las fuerzas armadas del Behique rodeaban mi apartamento, y +si tenía suerte, se encargarían de matar al sicario por mí. En todo +caso, conocía muy bien el cacicazgo debido a mi profesión, y podía +esconderme en algun antro de mala muerte en las afueras del territorio +de los Carib. Las Serpientes de Sangre no me molestarían sabiendo que +estoy bajo la protección de Atamed. Si llamaba a la caballería +utilizando el número de mi identificación como empleado, estoy seguro de +que tendría un escuadrón de mercenarios protegiéndome en poco tiempo. +Pero también investigarían por qué un sicario desea verme muerto. Y +descubrirían los créditos que tomé. Nada del otro mundo: más de la mitad +de los empleados hace lo mismo. Sin embargo, me extorsionarían hasta +sacarme lo más que puedan, y luego me involucrarían en sus operaciones +bajo amenaza de delato u otro tipo de coerción. No. No podía +involucrarlos hasta que los fondos fueran lavados sin dejar rastro. Un +depósito a la cuenta de mi primo en su banca de apuestas sería +suficiente. Pero debía ser local. Tendría que llegar hasta allá con este +lunático persiguiéndome todo el camino. + +Un oficial me detuvo a algunas cuadras de mi apartamento. Me vio +deambulando por los callejones, y estacionó su patrulla frente a mí. Me +apuntaba con su arma. Levanté las manos. Cuando se acercó para +revisarme, un tiro le atravesó la frente y se desplomó al instante. +Sentí el golpetazo de dos disparos que se incrustaron en el kevlar que +llevaba en el pecho. Abordé el vehículo del agente y me di a la fuga a +toda velocidad. Su deslizador no era aéreo, por lo que me vi obligado a +maniobrar por las serpentinas calles de Atabex. + +Justo cuando me disponía a tomar un respiro, noté que otro deslizador me +seguía a la distancia. El psicópata no se rendiría hasta retribuirme mis +diatribas con plomo. Era una cuestión de principios. Yo tenía que servir +de ejemplo para los demás, o algún disparate similar. Estoy listo para +morir. Pero sólo bajo mis propios términos. Su deslizador ahora me +pisaba los talones. Una furia de metal contra metal rechinaba con cada +choque de nuestros vehículos. Las chispas centelleaban durante los +golpes. Quería sacarme del camino. Al manejar a mi lado, aproveché para +dispararle varias veces desde la ventana. Uno de los tiros fue certero y +perdió el balance de su deslizador por algunos instantes. Aunque le +saqué ventaja, podía sentir su ira crecer detrás de mí. Se estrelló a +toda velocidad contra mi deslizador, provocando un estrepitoso choque +que volcó nuestros vehículos y que me dejó inconsciente por un tiempo +indeterminado. + +Cuando desperté, las llamas se extendían por todos lados. Me arrastré +hasta un lugar seguro de la acera, y me recosté de una pared intentando +ponerme en pie. Cuando vi al sicario acercarse, le disparé con la +escopeta que escondía en la espalda y escuché sus alaridos de dolor en +lo que se revolcaba por el suelo. El desgraciado tenía implantes +regenerativos, pero incluso éstos no serían suficientes para curar por +completo un trabucazo casi a quemarropa. + +La sangre corría por mi frente. Me tomé el tiempo de encender una pipa y +fumar un rato en lo que el sicario continuaba retorciéndose de dolor. + +---Me llamo Guayné ---le dije sonriendo. La sangre y el sudor se +mezclaban ahora con el sabor de mi pipa. Sentí dos disparos más en mi +chaleco. Uno de ellos lo atravesó.\ +---Soy Yoquei ---respondió luego de abrir fuego. Haló el gatillo una vez +más, pero el arma estaba vacía. La lanzó a un lado y se recostó de la +pared junto a mí---. ¿Pasó una?\ +---Eso creo ---respondí. Toqué mi costado y mi mano se empapó de sangre. +Traté de reír, pero sólo pude toser algo de sangre.\ +---Te dije que no fallo ---se jactó Yoquei con sadismo.\ +---Fallaste más que mi abuela con una ametralladora ---le dije con +osadía. Nos reímos a carcajadas---. Dime algo: ¿Llegamos a territorio +colorado?\ +---Sí. Estamos en tierra de serpientes ---admitió con una mezcla de +sorpresa y admiración. Encendió su pipa para acompañarme.\ +---Los dioses me esperan del otro lado ---aseguré con solemnidad---. +Pero... quisiera ver a mi esposa. Y a las personas que no pude salvar.\ +---¿Crees que sea posible morir allá? ¿En ese otro lugar?\ +---¿Preocupado? ¿Por todos los que enviaste a ese sitio?\ +---Quizás. Bueno, alguien en particular. Un buen amigo. También un perro +rabioso.\ +---Qué curioso. Un sicario como tú le tiene miedo a un simple animal.\ +---Es más respeto que otra cosa.\ +---Tengo mucho sueño ---dije con dificultad.\ +---Eso es la pérdida de sangre ---explicó el sicario observando mi +herida---. Es una de las peores muertes. Lenta y con dolor.\ +---A mi me parece pacífico. Como un viaje a otra ciudad sin boleto de +regreso.\ +---¿Cuál era el plan? ¿Escapar con los créditos y luego qué? ---preguntó +algo incómodo, pero curioso.\ +---No lo sé ---admití entre toses---. Tal vez en abrir una clínica. Algo +mío, donde el tratamiento no dependa de protocolos ni de estados +bancarios. + +La expresión de Yoquei me decía que discutiría conmigo sobre si una +clínica así sería sostenible, o si podría existir sin degenerar en el +mismo sistema. Sin embargo, antes de que abriera la boca una tormenta de +balas lo atravesó. El desgraciado ahora se desangraba más rápido que yo, +pero sus implantes lo mantendrían vivo. Eran del marcado negro y grado +militar. Después de todo, un escuadrón de mercenarios de Atamed había +sido enviado para rescatarme. Al principio estaba confundido. Pero luego +entendí lo que pasaba: yo era un cliente de Atamed de alta prioridad. + +En la oscuridad de la ciudad, reíamos dos maniáticos; perdíamos +suficiente sangre para morir, pero seguíamos con vida. Aunque por +supuesto, hacía tiempo que los dos habíamos muerto. + +[Descarga el cuento en .odt](/misc/escritos/impulso.odt)\ +Donaciones: [Liberapay](https://liberapay.com/vimelitist/donate)